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¿Qué pasaría si el Sol estuviera dentro de la Tierra? - Blog | Galt Energy

El Sol es la fuente de energía más grande del planeta, ¿qué tal si lo aprovecharamos más trayéndolo al centro de la Tierra?

Respuesta corta: todo ser vivo moriría. Respuesta larga: depende de qué pieza tomemos.

Como casi toda la materia en el universo, el Sol, no es líquido, sólido o gas, es un plasma (es tan caliente que los núcleos y electrones pueden separarse y flotar libremente, lo que crea una sustancia pegajosa).

Entonces podemos ver al Sol como una gigante y pegajosa esfera que arde. Entre más profundo, más denso y caliente se vuelve.

Hablemos sobre los efectos que podría tener el sol si estuviera dentro de la tierra.

OPCIÓN 1: LA ATMÓSFERA DEL SOL

Llamada “Cromosfera” o “esfera de color” es la capa de gas que llega hasta los 5,000 km de profundidad y está cubierta de picos de plasma que pueden ser tan grandes como nuestro planeta.

Si la trajéramos a la Tierra, su densidad sería un millón de veces menor a la del aire. Por lo que en el momento que esta pieza tocara nuestra atmósfera a nivel de mar, sería destruida por la presión atmosférica de la Tierra y explotaría.

Esto, causaría una onda de alta presión que rompería cristales, tímpanos del oído y en algunos casos órganos internos (podría incluso matarte si estas muy cerca).

OPCIÓN 2: LA SUPERFICIE BRILLANTE DEL SOL

Llamada “Fotosfera” es la superficie que produce la luz que percibimos del sol y está cubierta por millones de puntos llamados “gránulos” que pueden ser tan grandes como EUA y rebasar los 5,000°C.

Estos gránulos se encuentran encima de unas columnas convectivas, agitando el gas que trae el calor del centro de la tierra hacia la superficie.

Al traer una muestra de estas columnas, el planeta tendría el doble de energía y el doble del calor. Esto, causaría que por un instante el brillo del sol fuera un millon de veces más potente de lo que percibimos desde la Tierra, incendiando instantáneamente todo a su paso. En cuestión de milisegundos no quedaría nada más que el fuego.

OPCIÓN 3: LA ZONA RADIATIVA DEL SOL

También llamada zona de radiación es una capa interior que tiene una temperatura aproximada de 2,000,000°C, tan densa y comprimida que parece un laberinto.

La energía en forma de fotones trata de escapar, pero termina rebotando de partícula en partícula por cientos de miles de años, hasta que finalmente encuentra una salida.

Traer una muestra de esta zona sería una muy mala idea. En cuánto tocará la Tierra, la presión extrema que mantiene al plasma unido se esfumaría, explotando con la fuerza de un arma termonuclear. Lo que evidentemente destruiría todo el planeta en un instante.

OPCIÓN 4: EL NÚCLEO DEL SOL

El núcleo solar es la zona con mayor temperatura tanto del sol como del Sistema Solar (llega a los impresionantes 15,000,000°C). En el centro del sol encontramos ⅓ de la masa solar total. Aquí, la materia es comprimida por el peso completo del sol.

En billones de años, cuando el Sol muera, el núcleo se convertirá en una “enana blanca” (se genera cuando una estrella de 9-10 masas solares ha agotado su combustible nuclear).

Si trajeramos una muestra a la Tierra, sería catastrófico. En cuánto la extremadamente densa materia tocara la Tierra, se expandería y crearía una explosión 1,000 veces más fuerte que la explosión causada por la más grande arma nuclear en la historia.

Se vería como un segundo amanecer que se hace más grande, más brillante y más caliente, hasta que el lugar donde se originó se haga cenizas. Esto enviaría una serie de ondas a través de la tierra, una y otra vez, destruyendo edificios, rompiendo  ventanas y tímpanos del oído a su paso.

Si el Sol estuviera dentro de la Tierra, muy posiblemente, la civilización humana desaparecería (aunque si podría haber sobrevivientes). Sin embargo, las cenizas causadas por la destrucción flotarían hacia la atmósfera y crearían una era de hielo de pequeña escala.

Podemos ver el lado positivo y decir que esta podría ser una manera efectiva de controlar el calentamiento global por algunas décadas. Pero si queremos sobrevivir muchos años más, debemos proteger al sol y mantenerlo justo donde está.