Pasamos casi todo el día en nuestras casas y sin embargo, la contaminación sigue presente.
Durante la pausa en la vida cotidiana, se han documentado drásticos cambios en el medio ambiente: aire con menor polución, océanos más limpios y naturaleza recuperando su hábitat.
Por primera vez en décadas, estudios indican que este año marcará el cambio más grande de emisiones de CO2 en récord, a raíz de la pandemia. Logrando una baja estimada de 5.5%.
Es decir, el mundo sigue en camino para emitir el 95% del CO2 liberado en un año normal. ¿Qué está pasando entonces?
Nadie puede ver el dióxido de carbono, pero este gas vive en el aire que respiramos, emitido principalmente por refinerías de petróleo y plantas de electricidad, casi las 24 horas del día.
Por otro lado, el gas natural y la ganadería producen metano, otro gas tóxico y altamente contaminante para la atmósfera.
Todas estas industrias producen elementos básicos para la sociedad actual. A pesar de que todos permanecemos en casa, la demanda por productos derivados del petróleo, el uso de la electricidad, gas y el consumo de carne, no se detiene.
Por eso se mantiene contaminado el planeta. Aunque parezca que el mundo mejora gracias al encierro, realmente es un pequeño porcentaje comparado con el nivel de emisiones industriales.
Para evitar que el calentamiento global siga avanzando hacia un estado crítico, las emisiones de gas de efecto invernadero deben disminuir al menos 7.6% cada año, entre el 2020 y 2030.
La realidad es que aunque rompamos el récord al disminuir emisiones en 5.5% este año, no estamos llegando al mínimo necesario.
Esto explica por qué se espera que el 2020 sea el año con las más altas temperaturas registradas. Debido a que el descenso en polución podría aumentar la sensación de calor.
El nivel de demanda y nuestros procesos de producción tienen que cambiar.
Por ejemplo, ahora miles de personas permanecen en casa, consumiendo electricidad prácticamente las 24 horas del día para continuar con sus actividades durante el periodo de aislamiento social.
40% de las emisiones de CO2 en México, provienen de la quema de combustibles fósiles, necesarios para generar electricidad y calefacción actualmente.
Aquí es dónde podemos llevar a cabo el cambio.
El sol es una fuente de energía limpia, renovable e inagotable.
Con paneles solares podemos aprovechar esa energía y convertirla en electricidad, ¡sin tener que contaminar al planeta!
Esto quiere decir que si logramos la transición a energías renovables, podemos eliminar casi la mitad de las emisiones de nuestro país.
Todos esperamos que llegue el día en que podamos volver a salir a las calles, volver a la rutina. Pero debemos aprovechar esta oportunidad para empezar de nuevo, ser más conscientes, e implementar acciones que cuiden al planeta en nuestro día a día y así crear un mejor futuro.
¡Únete al cambio con nosotros!